jueves, 15 de abril de 2010

V VESPANIADA. ÁVILA 2010

Hola a todos.
DÍA 9 de ABRIL de 2010
Ha llegado el día, son las 7 de la mañana y estamos listos para salir hacia Ávila. Imperiala y la Butana son las máquinas que nos llevarán hasta allí tras el intento fallido del día anterior (ver comienzo de crónica en http://www.restauromivespasuper.blogspot.com/)
Tras repostar y sorprenderse el gasolinero al vernos otra vez (ya nos hacía en Talavera) salimos hacia Ávila por la carretera de Barrax. El viaje comienza bien, Imperiala se porta estupendamente, y aunque no corre demasiado es un valor seguro. Hace frío y el día está nublado, lo que hace que aunque salga el sol no llegue a calentarnos. Primera parada para comentar en Barrax, todo bien, hace frío, pero seguimos. El tramo hasta Munera es más divertido, ya tenemos ondulaciones y alguna curva, que se contraponen a los más de 20 kilómetros de recta que hemos llevado hasta Barrax, pero sigue haciendo mucho frío. El hecho de parar en Munera no es tanto para tomar un café como para calentarnos un poco, los temblores en la moto eran ya un hecho y hacía tiempo que no me castañeteaban los dientes como entonces.
Aquí podéis ver el par de máquinas, lo que no se aprecia es el frío que hacía...
Con algo menos de frío continuamos el viaje por la misma carretera, ahora el sol ya nos calienta algo la espalda y el viaje se hace bastante más agradable. Tras unos kilómetros tomamos la caretera de Tomelloso (44 kilómetros) que son una pasada, por que se quita el frío, por el paisaje y la velocidad que tomamos entonces, podemos ver en los aerogeneradores que el viento nos empuja... A Tomelloso llegamos enseguida.
Paramos a repostar y ya me comenta mi hermano que la Butana no va bien, no tira en altas, e incluso ha tenido algún amago de enganchón... Seguimos hacia Alcázar de San Juan sin repostar, tomamos ahora la autovía de los viñedos, es un trayecto muy cómodo sobre todo por el escaso tráfico que lleva la carretera, y es cuando la lambretta empieza a presentar problemas se engancha de vez en cuando, menos mal que sigue la marcha al poco... el ritmo de viaje se ralentiza bastante y son numerosas las paradas. Al llegar a Alcázar de San Juan repostamos y se nos acerca alguien -"¿soys de Hellín?" -" no, vienen por detrás, somos mamediano y amediano" -"Ah, encantado soy victorjef".
Y así empieza la vespaniada de conocer a gente y de hablar con personas que tienen la misma pasión que uno mismo, la Vespa. Han quedado con los de Hellín para seguir ruta desde allí. Nosotros seguimos solos, ya nos pillarán.
Autovía de los viñedos, no hay tráfico y gran parte del trayecto vamos solos, es viaje es muy cómodo, si no fuera por que tenemos que ir parando por la lambretta, no para de engancharse, y nos damos cuenta que no se puede salir con una moto sin rodaje... La cosa se va poniendo peor y decidimos parar en Almorox. Aprovechando la parada, recuerdo que llevo el motor original de imperiala, 3 marchas, el que estuvo mucho tiempo en la estantería... PERDIENDO EL ACEITE por el eje de la rueda, así que me pregunto si el infernal ruido que llevo en tercera no se evitará si relleno el motor con aceite... mientras mi hermano deja descansar la lambretta voy a buscar aceite y  relleno el motor, tras 25 minutos de buscar embudo, usar un macarrón cortado y ponerme hasta los ojos de aceite seguimos la marcha, la lambretta ha descansado e Imperiala agradece muchísimo ese trago de aceite que le he dado, va superbien.
El plan ahora es llegar a Toledo a comer, y allí llegamos sin contratiempos, como los de Hellín, la Oveja Negra, no nos pillan, suponemos que nos han adelantado ya... Tras la comida tomamos la carretera hacia Ávila y encontramos parado un carro con dos primaveras que ya nos adelantara hace un rato, están poniendo una de las motos bien, que se le ha salido una rueda del carril del remolque, junto a ellos hay un vespero toledano que tras explicarle los problemas de la Butana nos da el aceite mineral que él lleva en su Vespa; los del carrito son los malagueños, ya volveremos a ellos más adelante.
La carretera que sigue hasta Ávila está muy bien, pero hay que comentar que son numerosísimos los conductores que no respetan a los motoristas, no se si por falta de paciencia, si por ignorancia o por fastidiar, no son capaces de aguantar detrás de una Vespa y se lanzan a adelantar aunque no tengan sitio, o haya linea contínua, es vergonzoso si, pero también, muy peligroso para nosotros que más de una vez hemos tenido que echarnos al arcén para no ser arrollados.
Parece que la cosa va bien, hace una temperatura muy agradable, pero esto cambia al llegar a Maqueda, desde donde vemos Gredos nevado, es impresionante, sobre todo pensando que tenemos que pasar por allí, además notamos cómo la temperatura baja bastante, en una bajada vemos cuatro vespas aparcadas, son los de Hellín y el de Alcázar, decidimos no parar, ya nos pillarán, llevan buenas máquinas... Bonita carretera y bonita bajada seguimos camino y a unos 55 kilómetros de Ávila tenemos que parar a tensar el embrague de la Lambretta.
En ese momento vemos llegar a los que habíamos dejado atrás, por fin nos encontramos. A partir de ese momento y a pesar de decirles que podían seguir su marcha, rodaremos juntos hasta Ávila. Y eso hacemos, continuamos camino cual mesnada medieval, hasta llegar al puerto de El Barraco, donde todos se cansan de ir tras de Imperiala y dan puño para poder subir algo más rápido, en lo alto del puerto nos reunimos e iniciamos la bajada.

La vista es impresionante, después de un motón de horas podemos ver la ciudad que durante el finde semana nos acogerá en esta nueva locura de vespas: Ávila, podemos ver las murallas, la catedral, vamos que estamos muy contentos... pero Imperiala empieza a fallar, me quedo perplejo y pienso, normal, después de 384 kilómetros ha reventado... pero pensando pensando, ah, me quedo son gasolina, rápidamente echo mano al grifo y pongo la reserva, continuamos para bingo. Una vez en la ciudad preguntamos para llegar al Arte y Café, el bar de encuentro y nos indican, ya podemos ver allí algunas vespas, y además ya reconozco algunas, las primaveras que iban en el remolque ya están aquí...
La verdad es que no hay muchas motos pero el grueso del pelotón está por llegar, los de la Oveja Negra, que están en su primera Vespaniada alucinan, y nosotros también, pasamos a inscribirnos y ya empezamos a ver amigos, Tarín, Vespaciano, Antoño y Mamu del Vespaclub de Castellón, Ponte, que viene de Burgoslavia, hasta el amigo Cabeza Caliente que viene ¡desde Italia!, claro que aprovechamos para conocer a gente nueva y ponerle cara a algunos nicks que ya conocemos de Internet. Esto pinta muy bien.
Tras inscribirnos decidimos ir al hotel a dejar las cosas para volver más tarde. El hotel es un antiguo palacio y está muy bien, sobre todo la 209. Dejamos las cosas y nos vamos al Arte y Café para charlar con los amigos. Allí conocemos a más gente y nos pasamos gran rato hablando de muchas cosas... bueno mentira, nada más que de Vespas, qué le vamos a hacer. Hay un ambientazo en el bar, y eso que sólo hay parte de los 250 inscritos de la Vespaniada. Nos vamos a cenar los que hemos llegado de Albacete y buscamos un bar donde tomar unas tapas, tras la cena y una agradable velada, decidimos ir a descansar de la dura jornada, bueno esa era la intención, el caso es que acabamos tomándonos unas copichuelas en el patio del palacio, esperando a los Velada, los dueños del palacio.

DÍA 10 de ABRIL de 2010
¡Que duro es despertarse después de 11 horas de viaje!
Bueno, es a lo que hemos venido, nos esperan el el Arte y Café para darnos un desayuno y hacer una rutilla que promete ser muy bonita. Tras un primer desayuno en el Hotel, cogemos las motos y nos vamos al lugar de salida: ya se que es repetitivo, pero es Impresionante, 200 vespas listas para salir, 2 lambrettas (que todo hay que decirlo) y un montón de amigos, policía, prensa, curiosos, en fin, algo digno de ver. Aún hay gente inscribiéndose y la salida se retrasa un poco, pero llega el momento, la policía enciende las sirenas, y la gente acude asus respectivas motos, los motores arrancan y el típico sonido del motor de la vespa lo inunda todo, además del olorcillo a aceite y la consabida neblina blanca con olor a aceite que acompaña en estos lances. Salimos por las calles de la Ávila, la gente mira y remira, nunca se habían visto tantas Vespas juntas...


Ver mapa más grande
La ruta empieza con muchísimas ganas y lo primero que debemos encarar es el puerto de El barraco, voy bastante delante del pelotón y antes de empezar a subir trato de adelantarme lo máximo posible, parece que ponerse el primero va a ser complicado, hay muchas motos, pero bueno, quedamos bien, Imperiala y yo cuando empezamos a subir... Ahora es cuando las otras 200 vespas me adelantan a mi, y es que no paso de 40, aún así, no soy el único y antes de reagruparnos arriba vamos mano a mano Imperiala, una faro bajo y una primavera con dos pasajeros... Reagrupamiento e inicio de bajada, esto es otro cantar, Imperiala se porta fenomenal, y mantiene su puesto en el grueso del grupo, paisaje precioso, curvas muy bonitas... decido parar un poco para esperar a mi hermano, y un compañero me dice que se quedó arriba mirando el motor... decido no esperarle por no quedarme descolgado del grupo, el vendrá con otros... Salimos de la carretera a un camino de tierra, vamos a hacer la primera parada en una bodega, tras un rato esperando, alguien me dice que mi hermano viene en coche y la Lambretta en el remolque, un fastidio, pero la Butana ha acusado el esfuerzo del viaje hasta Ávila y ha roto un segmento, qué le vamos a hacer.
Tras un vino y un tenteenpie, seguimos para Bingo, comoeremos en El Tiemblo, donde a la organización no se le ha ocurrido otra que aparcar las Vespas en la ¡PLAZA de TOROS! Es algo espectacular y digno de ver, todos estamos encantados con la idea, y los que nos planteamos organizar algo así en el futuro, no sabemos qué podríamos hacer para superar esto...

Tras la comida, en la que es un placer reeencontarnos con viejos amigos salimos de vuelta para Ávila, subiendo puertos y bajando por unas carreteras divertidísimas, no ha habido reagrupamiento y se va un poco más por libre, pero el disfrute es igual, se forman varios grupos más o menos pequeños en los que las motos van más cómodos dado el tipo de carretera